miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL RECONOCIMIENTO DEL ESTADO PALESTINO EN LA ONU


A finales de septiembre, la Asamblea General de la ONU se pronunciará sobre el reconocimiento de Palestina como Estado independiente.

Las Naciones Unidas es la organización internacional de máxima responsabilidad en la cuestión de Palestina. En su génesis, desarrollo, y expectativas de futuro, Palestina quedó condicionada por las Resoluciones de la ONU. El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 181 sobre la partición de Palestina en dos Estados; la ciudad de Jerusalén quedaba bajo supervisión internacional. Este hecho marca el comienzo del éxodo palestino. El 15 de mayo de 1948 se produce el fin oficial del mandato británico y, al mismo tiempo, la creación del Estado de Israel sobre más de la mitad del territorio palestino. La segunda parte de la resolución referente a la parte palestina nunca se cumplió. La Resolución de la ONU entraña una gran responsabilidad política y moral de esta organización hacia los palestinos, que debe asumirse en ese mismo marco internacional. Desde entonces, el pueblo palestino ha enfrentado la usurpación de su patria, la confiscación de sus propiedades, la expulsión de sus gentes, y no olvida ni un instante la responsabilidad de la ONU; pero al mismo tiempo comenzó a organizarse y a movilizarse para trazar el camino de su independencia, en correspondencia con los derechos que le confieren las leyes internacionales y los propios principios de dicha organización.

La lucha del pueblo palestino, armado de su voluntad nacional y de la legalidad internacional, persigue devolver los derechos usurpados a sus verdaderos dueños, poner fin a la ocupación israelí,  y crear su Estado independiente. Estos objetivos están reconocidos por la legalidad internacional y especificados en numerosas resoluciones del las Naciones Unidas como la 242 y 338 del Consejo de Seguridad.

En 1974 la OLP adoptó un programa basado en la creación del estado palestino por etapas, se declaraba dispuesta a crear el estado provisional sobre cualquier parte del territorio liberado. Este programa llevó desembocó en la adhesión de la OLP a las Naciones Unidas como observador. En la resolución 3236 (XXIX) de la Asamblea General, de 22 de noviembre de 1974, se reafirmaron los derechos inalienables del pueblo palestino, que incluían el derecho a la libre determinación sin injerencia del exterior, el derecho a la independencia y a la soberanía nacionales y el derecho a regresar a sus hogares y a recuperar sus bienes. Desde entonces se han reafirmado cada año los derechos del pueblo palestino, tal como habían sido enunciados por la Asamblea en 1974.

En 1975, la Asamblea General estableció el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, también conocido como Comité de Derechos de los Palestinos. Se pidió al Comité que preparara un programa destinado a que los palestinos pudiesen ejercer sus derechos inalienables. En 1976, el Comité formuló dos tipos de recomendaciones: uno, relativo al derecho de los palestinos a regresar a sus hogares y recuperar sus bienes, y el otro, relativo a los derechos a la libre determinación, a la independencia nacional y a la soberanía. El Consejo de Seguridad examinó el informe del Comité pero no pudo adoptar una decisión al respecto a causa del voto en contra de los Estados Unidos. El Consejo volvió a ocuparse del asunto en otras ocasiones, pero siempre sin llegar a adoptar una decisión. La Asamblea General, sin embargo, respaldó las recomendaciones del Comité de Derechos de los Palestinos tanto en 1976 como en los años subsiguientes.

El 15 de noviembre 1988, la OLP, aceptando la solución de dos Estados, declaraba la independencia del Estado Palestino. En su resolución 43/177, de 15 de diciembre de 1988, la Asamblea General tomó conocimiento de la proclamación del Estado de Palestina hecha por el Consejo Nacional de Palestina. La Asamblea afirmó la  necesidad de que se permitiera al pueblo palestino ejercer su soberanía sobre su propio territorio ocupado desde 1967. La Asamblea decidió asimismo que se utilizara la designación “Palestina” en vez de la designación “Organización de Liberación de Palestina”, sin perjuicio de las funciones y la condición de observadora de la Organización de Liberación de Palestina dentro del sistema de las Naciones Unidas. Diez años más tarde, en 1998, por su resolución 52/250, de 7 de julio, la Asamblea General decidió conceder a Palestina, en su calidad de observadora, derechos y prerrogativas adicionales respecto a la participación en los períodos de sesiones y en los trabajos de la Asamblea General, así como en las Naciones Unidas y en las conferencias internacionales de las Naciones Unidas.

Tras la Intifada Palestina y la primera Guerra del Golfo, la Conferencia de Madrid para la Paz en Oriente Medio, Estados Unidos, incondicional aliado de Israel, desplazo a las Naciones Unidas en el protagonismo y gestión de los acontecimientos regionales, en particular, todo lo relacionado con el conflicto palestino-israelí.

Durante las negociaciones, sobre la base de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, se produjo el reconocimiento mutuo entre la OLP e Israel, que dio origen al acuerdo de paz firmado en Washington en 1993, conocido como (acuerdo de principios) Gaza-Jericó I. El documento contenía un punto referido a la retirada de las tropas israelíes de Cisjordania y Gaza en tres etapas; asimismo, convocaba a elecciones democráticas en los territorios palestinos, lo cual conduciría a la creación de un Estado palestino independiente.

En 1994 la OLP retornó a Gaza, para iniciar la construcción de las bases del futuro Estado independiente. Sin embargo, Israel comenzó a poner trabas a tales acuerdos. Los sucesivos gobiernos israelíes violaron sistemáticamente las disposiciones de paz. El actual Gobierno de Netanyahu tampoco es capaz de tomar una iniciativa que permita la reiniciación de las negociaciones políticas en un marco aceptable para los palestinos

Dos décadas después, en medio de un increíble silencio internacional, el fracaso de todas las iniciativas de paz,  las reiteradas decepciones sufridas por los negociadores palestinos, el estancamiento en el que se encuentra el proceso de paz para Oriente Medio, así como la falta de respuestas internacionales y la necesidad de concluir con una situación de bloqueo impuesto sobre Palestina respaldan la idea de dirigirse a las Naciones Unidas para proclamar el Estado palestino y convertirse en miembro de pleno derecho.

En esta nueva etapa histórica de transiciones políticas en toda la región, el pueblo palestino, a través de sus instituciones políticas y sociales, no puede sino dirigirse a la comunidad internacional y reclamar un papel efectivo de las Naciones Unidas. Reclamar la creación de un Estado independiente de acuerdo con las resoluciones de la ONU.

La decisión palestina de recurrirá la ONU en septiembre 2011 es  un paso avanzado dentro del propio proceso de paz, y no debe considerarse como un movimiento unilateral, tal como lo califica Israel. No es una proclamación unilateral de independencia, es una iniciativa que busca la integración del Estado palestino en la comunidad internacional.

El reconocimiento del Estado palestino aportará un nuevo dinamismo a la solución del conflicto; es un primer paso hacia la reapertura de las negociaciones que llevan estancadas varios años

El pueblo palestino debe vivir como un pueblo independiente y libre, al que se le permita prosperar y contribuir como un miembro de la comunidad de naciones. Ese es el objetivo con el que la sociedad palestina está comprometida y que quiere obtener con el valioso apoyo de todos los Estados y pueblos del mundo. Para ello, la Autoridad Nacional Palestina presentará el 20 de septiembre una demanda de adhesión plena de Palestina como Estado a las Naciones Unidas.  

Conforme a lo recogido en la Carta de Naciones Unidas, la aceptación como miembro de un nuevo estado necesita de la decisión de la Asamblea General basada en la recomendación del Consejo de Seguridad. Si algún miembro del Consejo de Seguridad ejercitase su veto, debería convocarse una sesión extraordinaria de la Asamblea General. Esto es posible en virtud de la resolución 377 de 1959, para que en caso de bloqueo por veto se salvaguarde la paz 

La iniciativa palestina  requiere el reconocimiento previo del mayor número de países del mundo. Hasta la fecha más de 120 Estados reconocen de hecho o manifiestan su reconocimiento al Estado Palestino. El reconocimiento será pleno con el apoyo de los países occidentales, en particular los miembros de la Unión Europea. Debemos recordar que el 24 de septiembre de 2010 el presidente Obama propuso que la Asamblea General de la ONU debería «reunirse otra vez el próximo año con un acuerdo que llevase a la creación de un nuevo miembro de la ONU, un estado soberano independiente palestino que viviese en paz con Israel». El 21 de abril de 2011 el presidente francés, Nicolas Sarkozy, informó al presidente palestino, Mahmoud Abbas, de su claro «apoyo a los esfuerzos por crear un estado palestino».

En España, teniendo en consideración la importancia de Oriente Medio en su política exterior y su tradicional apoyo a la causa de Palestina, confiamos en que su Gobierno contribuirá nuevamente a una solución política del conflicto Palestino-Israelí desde su apoyo a la iniciativa palestina, un apoyo basado en las Resoluciones de las Naciones Unidas, para garantizar la paz y la estabilidad de los pueblos y estados de la región, incluido el Estado de Palestina.

No hay duda de que la paz en la región depende de la normalización de la situación en Palestina y su admisión incondicional en la comunidad de estados. La iniciativa palestina debe ser bienvenida y la comunidad internacional debe actuar con responsabilidad. Ahora corresponde a la comunidad internacional asegurar un acuerdo definitivo y justo basado en el derecho internacional para reconocer el status de Estado para la nación más antigua del mundo, Palestina.

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Análisis realizado por el profesor Najib Abuwarda, profesor de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

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